Foto © Nicolas Silberfaden A finales de diciembre del 2007, llegaron tras varios viajes al International Center of Photography 3 maltrechas cajas de cartón. Estas tres cajas se conocen como “la maleta mexicana” que contienen los negativos sobre Pero cual es la sorpresa que no solamente encontramos material de Robert Capa sino que en los 126 rollos hay material de Gerda Taro y David Seymour, apodado “Chim”. Los tres fotógrafos, inmigrantes judíos de Hungría, Alemania y Polonia, se instalaron en el París culturalmente abierto de principios de los años treinta. Amigos y colegas, hicieron varios viajes juntos por España. Publicaron en las principales revistas europeas y americanas que informaban sobre la guerra, con aportaciones frecuentes a “Regards,Ce Soir ”y “Vu”, y más tarde a”Life”. La suma de sus reportajes compone uno de los documentos visuales más importantes de la guerra. Hasta 1995, estos negativos se consideraban prácticamente perdidos. El conjunto de estos rollos podríamos decir que forman un documento sobre la evolución de la fotografía y el fotoperiodismo bélico,pero también sobre el gran pulso político por marcar el rumbo de la historia española y frenar la expansión del fascismo en el mundo.La maleta mexicana realizo un gran viaje y paso por varias manos antes de llegar a Probablemente,la urgencia de Weiss no era únicamente al deseo de evitar por todos los medios que ese material cayera en manos enemigas,sino también al peligro evidente que suponía,bajo su condición de judío extranjero,custodiar un material tan comprometido. Se pensó que pudo enterrar los negativos en la costa francesa. Debido a este rumor se llego a escavar pero no se encontró ni rastro de ellos. Sin embargo, la maleta llegó a manos del General Francisco Aguilar González,embajador de Méjico en Francia durante el gobierno de Vichy y que, con o sin conocimiento de su contenido los rollos viajaron entre las pertenencias del diplomático hasta la ciudad de Méjico. Mientras otros fragmentos de la obra de Capa (negativos,cuadernos de notas,hojas de contacto, etc) se localizaban por toda Europa a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, el material más importante, la maleta mejicana, permanecía en paradero desconocido durantes las siguientes décadas. A la muerte del embajador, el cineasta mejicano, Bejamin Tarver, localiza los rollos entre las pertenencias del antiguo diplomático y se pone en contacto con el profesor Jerald Green, del Queens College, quién a su vez se pone en contacto con Cornell Capa. Pero no llego a las manos de Cornell con tanta facilidad, ya que tuvo que intervenir Trisha Ziff para poder persuadir a Tarver y poder hacerse con la maleta el ICP. El hecho de que se hayan conservado, no un conjunto de fotografías aisladas, sino los rollos de film originales, permite comprender, a través de la sucesión de imágenes, el proceso, el modo en que estos fotógrafos observaron y se aproximaron a los hechos que tenían delante de sí, formando parte de ellos. El conjunto se revela como un documento de capital importancia para comprender por qué Capa y sus amigos revolucionaron el concepto del fotorreportaje bélico en el siglo XX, fraguando el arquetipo del moderno fotógrafo de guerra en un momento crucial de la historia de España, de Europa y del mundo. “Si tu fotografía no es lo suficientemente buena es que no la has tomado lo suficientemente cerca”, afirmó una vez Capa Elisa Blanco y Rodrigo Blanch - Grupo 1 Fuentes consultadas: http://www.elpais.com/articulo/cultura/maleta/mexicana/sale/luz/elpepicul/20100923elpepicul_1/Tes http://www.icp.org/sites/default/files/exhibition_pdfs/icp_mexican_suitcase_press.pdf http://museum.icp.org/mexican_suitcase/castella/historia.html |
martes, 19 de julio de 2011
La maleta mejicana
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