martes, 19 de julio de 2011

La maleta mejicana

                                                                Foto © Nicolas Silberfaden

A finales de diciembre del 2007, llegaron tras varios viajes al International Center of Photography 3 maltrechas cajas de cartón. Estas tres cajas se conocen como “la maleta mexicana” que contienen los negativos sobre la Guerra civil española de Robert Capa desaparecidos hace años. Cornell, hermano de Capa y fundador del International Center of Photography llevaba años en busca de estos negativos y a sus 89 años ha podido ver tras mucho esfuerzo el trabajo que realizó su hermano en la Guerra Civil española.
Pero cual es la sorpresa que no solamente encontramos material de Robert Capa sino que en los 126 rollos hay material de Gerda Taro y David Seymour, apodado “Chim”.

Gerda Taro y Robert Capa fotografiados por Fred Stein

Los tres fotógrafos, inmigrantes judíos de Hungría, Alemania y Polonia, se instalaron en el París culturalmente abierto de principios de los años treinta. Amigos y colegas, hicieron varios viajes juntos por España. Publicaron en las principales revistas europeas y americanas que informaban sobre la guerra, con aportaciones frecuentes a “Regards,Ce Soir ”y “Vu”, y más tarde a”Life”. La suma de sus reportajes compone uno de los documentos visuales más importantes de la guerra. Hasta 1995, estos negativos se consideraban prácticamente perdidos.
El conjunto de estos rollos podríamos decir que forman un documento sobre la evolución de la fotografía y el fotoperiodismo bélico,pero también sobre el gran pulso político por marcar el rumbo de la historia española y frenar la expansión del fascismo en el mundo.
La maleta mexicana realizo un gran viaje y paso por varias manos antes de llegar a la International Center of Photography. En octubre de 1939, cuando el ejército alemán se acercaba a París, Robert Capa zarpó para Nueva York para no ser capturado y ser prisionero como ciudadano de país enemigo o simpatizante comunista. Antes de irse dejó todos los negativos en su estudio parisino ,que estaba al cuidado de su técnico de laboratorio Imri “Csiki” Weiss. En una carta fechada el 5 de julio de 1975,  Weiss decía lo siguiente: “En 1939,cuando los alemanes se acercaban a París,metí todos los negativos de Bob en una mochila y me la llevé en bicileta a Burdeos para intentar emabarcarla a México. Por la calle me encontré con un chileno y le pedí que llevara mis paquetes de película a su consulado para que no les pasara nada y accedió. La carta de Weiss puede ser uno de los documentos más antiguos que se conocen con contenido de la historia de los carretes desaparecidos.
Probablemente,la urgencia de Weiss no era únicamente al deseo de evitar por todos los medios que ese material cayera en manos enemigas,sino también al peligro evidente que suponía,bajo su condición de judío extranjero,custodiar un material tan comprometido. Se pensó que pudo enterrar los negativos en la costa francesa. Debido a este rumor se llego a escavar pero no se encontró ni rastro de ellos. Sin embargo, la maleta llegó a manos del General Francisco Aguilar González,embajador de Méjico en Francia durante el gobierno de Vichy y que, con o sin conocimiento de su contenido los rollos viajaron entre las pertenencias del diplomático hasta la ciudad de Méjico. Mientras otros fragmentos de la obra de Capa (negativos,cuadernos de notas,hojas de contacto, etc) se localizaban por toda Europa a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, el material más importante, la maleta mejicana, permanecía en paradero desconocido durantes las siguientes décadas.
A la muerte del embajador, el cineasta mejicano, Bejamin Tarver, localiza los rollos entre las pertenencias del antiguo diplomático y se pone en contacto con el profesor Jerald Green, del Queens College, quién a su vez  se pone en contacto con Cornell Capa. Pero no llego a las manos de Cornell con tanta facilidad, ya que tuvo que intervenir Trisha Ziff para poder persuadir a Tarver y poder hacerse con la maleta el ICP. 
 Contenido
Por el momento, se sabe que las fotografías de Capa incluyen imágenes del Madrid sitiado, de la Batalla de Teruel, de la del Río Segre, de la movilización por la defensa de Barcelona en 1939, así como un amplio reportaje del masivo éxodo republicano desde Cataluña hasta la frontera francesa, incluyendo los campos de refugiados en Argelès-Sur-Mer. Las fotografías de Gerda Taro cubren imágenes del entrenamiento del Ejército Popular en Valencia, el paso del frente de Segovia por el puerto de Navacerrada, y de la Batalla de Brunete, y vienen a completar el legado fotográfico de una de las primeras fotógrafas de guerra del mundo. Los negativos de “Chim” incluyen zonas del País Vasco, la Batalla de Oviedo, así como retratos de figuras relevantes del momento como La Pasionaria, o el original de aquella famosa imagen de una campesina con su hijo en brazos asistiendo a un mitin en Extremadura.
El hecho de que se hayan conservado, no un conjunto de fotografías aisladas, sino los rollos de film originales, permite comprender, a través de la sucesión de imágenes, el proceso, el modo en que estos fotógrafos observaron y se aproximaron a los hechos que tenían delante de sí, formando parte de ellos. El conjunto se revela como un documento de capital importancia para comprender por qué Capa y sus amigos revolucionaron el concepto del fotorreportaje bélico en el siglo XX, fraguando el arquetipo del moderno fotógrafo de guerra en un momento crucial de la historia de España, de Europa y del mundo. “Si tu fotografía no es lo suficientemente buena es que no la has tomado lo suficientemente cerca”, afirmó una vez Capa

                                                                        Elisa Blanco y Rodrigo Blanch - Grupo 1                                 



Fuentes consultadas:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/maleta/mexicana/sale/luz/elpepicul/20100923elpepicul_1/Tes
http://www.icp.org/sites/default/files/exhibition_pdfs/icp_mexican_suitcase_press.pdf
http://museum.icp.org/mexican_suitcase/castella/historia.html